El error que cometemos al intentar entenderlo es pensar que algo capaz de calentar tiene que estar caliente para poder hacerlo. Pero realmente estos cuerpos no tienen calor, sino energía interna. Las cocinas de inducción funcionan con campos magnéticos. Para calentar, un campo magnético induce una corriente eléctrica; una propiedad del electromagnetismo. De esa manera, al poner una olla encima, una corriente eléctrica empieza a circular a través de ella. Esto genera calor, que calienta la olla y lo que hay en su interior. La respuesta es inmediata porque basta con activar el mando para que la transferencia de corriente se genere instantáneamente. Así, el tiempo de cocción es menor.
Las verdaderas respuestas insólitas, pero indiscutibles sobre el mundo.