Cantar bajo la ducha es muy motivador. En esos momentos nos parece que nuestra voz suena mejor al entonar una canción. La clave de que esto ocurra está en en la física. Las paredes duras y lisas hacen que la habitación actúe como una caja de resonancia, de modo que:
1. Las ondas sonoras se reflejan en las paredes, aumentando el sonido.
2. Con ello nuestra voz parece mucho más potente.
3. Gracias a la reverberación, la voz se mantiene más tiempo en el aire después de emitir cada nota.
4. Las notas graves suenan más y permanecen más tiempo en el aire que las agudas, y dado que es en las notas graves donde menos erramos los cantantes aficionados, la melodía suena casi tan bien como lo haría en un estudio de grabación.
1. Las ondas sonoras se reflejan en las paredes, aumentando el sonido.
2. Con ello nuestra voz parece mucho más potente.
3. Gracias a la reverberación, la voz se mantiene más tiempo en el aire después de emitir cada nota.
4. Las notas graves suenan más y permanecen más tiempo en el aire que las agudas, y dado que es en las notas graves donde menos erramos los cantantes aficionados, la melodía suena casi tan bien como lo haría en un estudio de grabación.
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