Preguntas y respuestas curiosas

Los espejismos son ilusiones ópticas debidas a la refracción, es decir, el cambio de dirección que experimenta la luz al pasar de un medio a otro de diferente intensidad. Por ejemplo, una cuchara sumergida en el agua parece quebrada. Los espejismos son un caso extremo de refracción denominado reflexión total. Según esté arriba o abajo la capa de aire caliente pueden ser superiores o inferiores. Los superiores se producen cuando el aire que está cerca de la superficie es más frío que el aire que tiene encima. En estos espejismos la luz ascendente es refractada hacia abajo por la capa cálida y producen una imagen invertida que parece flotar en el cielo. Los inferiores se producen cuando el aire que está cerca de la superficie es más caliente que el aire que tiene encima. Es el espejismo típico de los desiertos o el espejismo del asfalto recalentado de las carreteras.

Con los ojos cerrados no podemos ni recorrer unos cuantos pasos en línea recta. Si pudiéramos caminar indefinidamente con los ojos cerrados, sin obstáculo contra el que topar, acabaríamos describiendo circunferencias. Con los ojos es como superamos dos de las dificultades que nos impiden caminar recto: 1) Nuestras piernas no tienen exactamente la misma longitud, y por ello sólo podemos dar pasos iguales con ambas piernas si vemos por dónde vamos para modificar los constantes desvíos. 2) La dificultad de guardar el equilibrio al andar es mucho mayor de lo que pensamos. La torpeza del niño que da sus primeros pasos revela hasta qué punto caminar recto con dos pies supone haber alcanzado un notable virtuosismo, del que no somos conscientes porque nuestro cerebro, una vez lo ha aprendido, ha automatizado ese comportamiento. Al caminar el peso de nuestro cuerpo carga a un lado o a otro, lo que nos obliga a cargar el paso de la pierna contraria para equilibrar el cuerpo y evitar una caída,

La experiencia de la electricidad en nuestro cuerpo puede habernos ocurrido en diversas circunstancias. Unas veces nos dan calambres, otras veces se nos ponen los pelos de punta, otras sólo saltan chispas. La razón es que casi un 70% de nuestro organismo es agua ionizada, lo que hace de nuestra materia humana un buen conductor de electricidad. Cuanto más notable y visible es esta condición de nuestro cuerpo es cuando descargamos electricidad estática. Esta electricidad procede de la acumulación de un exceso de carga eléctrica en una zona con poca conductividad eléctrica debido a la acción de un aislante. Las chispas de las descargas se producen cuando el exceso de carga del objeto cargado se pone cerca de un buen conductor eléctrico u otro objeto con un exceso de carga pero con la polaridad opuesta.