El alfabeto ideado por los fenicios hace más de tres mil años es el origen del actual. Sin embargo, los fenicios, cuya escritura había evolucionado de escrituras ideográficas babilónicas y egipcias, escribían de derecha a izquierda. De hecho, en la actualidad, hebreos, árabes y muchas otras lenguas asiáticas siguen haciéndolo. La razón de que toda la cultura occidental pasase a leer de izquierda a derecha fue que los griegos empezaron a emplear un nuevo estilo de escritura. Esta avanzaba con los surcos hechos con bueyes, es decir, primero de izquierda a derecha y luego al contrario, en líneas alternadas. Hacia el inicio del quinto siglo antes de nuestra era, los griegos comenzaron a escribir exclusivamente de izquierda a derecha. La causa, aunque se desconoce, se considera que en esa dirección les resultaba más fácil mover la recién introducida pluma de punzón de carrizo.
El cambio de color que experimentan los langostinos tras haber sido cocidos puede sorprender a quienes nunca los han visto crudos. La explicación es que, aunque el langostino ya llevaba dentro ese brillante color anaranjado, este solo aparece con el fuego. Los vistosos colores rojizos que los caracterizan una vez están en el plato no son naturales en ellos, sino que los consiguen a través de los pigmentos en la dieta, principalmente basada en plancton. Ellos, en realidad, son transparentes, y es la unión entre las moléculas ingeridas y las proteínas la que varía su transparencia natural hacia sus tonos verdosos y pardos característicos en vida. Al cocerlos, el calor rompe las proteínas y se liberan los pigmentos naranjas y rojos brillantes que causan su cambio de color.