Este ave tiene el cuello tan flexible que puede girar la cabeza hasta 270º y gracias a ello abarca un campo de visión de 360º sin necesidad de moverse de sitio. A diferencia del resto de las aves, que carecen de pabellón auditivo externo, los búhos y otras rapaces nocturnas poseen una especie de orejas que les ayudan a detectar sus presas en la oscuridad de la noche; y con objeto de localizarlas con precisión, estas rapaces llevan siglos y siglos moviendo la cabeza de un lado a otro con una extraordinaria facilidad.
Las verdaderas respuestas insólitas, pero indiscutibles sobre el mundo.
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