Una de las razones de que se crea que se puede pedir un deseo o atraer la buena suerte al lanzar una moneda a una fuente es que se relacionaba el agua con la fertilidad, además de sus propiedades curativas y limpiadoras. Aparte, el agua de las fuentes siempre se ha considerado mucho más beneficiosa que las aguas estancas porque, al ser agua corriente, es más fresca que la de los lagos. Una de las creencias de las sociedades primitivas era que en el interior de estos pozos o fuentes vivían los espíritus que los habían hecho brotar, y lanzar una ofrenda al interior les agradaría. Poco a poco, se cambió la ofrenda por monedas, y ya se ha convertido en una costumbre.
Las verdaderas respuestas insólitas, pero indiscutibles sobre el mundo.
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