La alimentación de los flamencos se basa en los crustáceos y las algas, los cuales contienen muchos carotenoides, que aumenta el pigmento rosado en una glándula de su cola, y que ellos mismo se frotan sobre el cuerpo, ya que cada vez el efecto del sol desvanece un poco el color. El color rosado es, además, un reclamo sexual de su especie, y los flamencos más coloridos son los que antes empiezan a reproducirse.
Las patas son distintas. Los flamencos solo tienen el cuerpo protegido de las bajas temperaturas en las zonas cubiertas por las plumas, y pierden mucho calor corporal por el pico y las patas, una pérdida que es mayor en el agua. Para minimizar la bajada de temperatura corporal, el flamenco levanta una pata y la cobija bajo las plumas, y así la pérdida de calor se reduce a la mitad. Además, no es una postura incómoda para el flamenco: las patas tienen un mecanismo de bloqueo que hace que la articulación de la pata de apoyo quede totalmente encajada, de manera que no tiene que esforzarse para mantener el equilibrio.
Las patas son distintas. Los flamencos solo tienen el cuerpo protegido de las bajas temperaturas en las zonas cubiertas por las plumas, y pierden mucho calor corporal por el pico y las patas, una pérdida que es mayor en el agua. Para minimizar la bajada de temperatura corporal, el flamenco levanta una pata y la cobija bajo las plumas, y así la pérdida de calor se reduce a la mitad. Además, no es una postura incómoda para el flamenco: las patas tienen un mecanismo de bloqueo que hace que la articulación de la pata de apoyo quede totalmente encajada, de manera que no tiene que esforzarse para mantener el equilibrio.
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