Esto es gracias a nuestra visión binocular. Este tipo de visión, también llamada estereoscópica, consiste en la capacidad de integrar las dos imágenes que vemos una por cada ojo en una sola por medio del cerebro, que es el encargado de percibir las sensaciones que tanto un ojo como otro están viendo y de enviar una respuesta única y en 3D.
Para que las películas de 2D puedan ser vistas así han debido ser filmadas con ese fin. En el proceso de filmación 3D se emplean dos cámaras simultáneamente, que permiten obtener imágenes con dos perspectivas diferentes. También durante la proyección es preciso mantener esa doble perspectiva, lo que se logra haciendo que los espectadores empleen algún filtro que separen las imágenes superpuestas. El objetivo es que cada ojo pueda recibir las imágenes de manera independiente. Una vez llegan al cerebro, la corteza visual interpreta estas imágenes añadiendo la sensación de profundidad, al igual que interpreta las imágenes con distintos puntos de vista que recibe de cada ojo.
Para que las películas de 2D puedan ser vistas así han debido ser filmadas con ese fin. En el proceso de filmación 3D se emplean dos cámaras simultáneamente, que permiten obtener imágenes con dos perspectivas diferentes. También durante la proyección es preciso mantener esa doble perspectiva, lo que se logra haciendo que los espectadores empleen algún filtro que separen las imágenes superpuestas. El objetivo es que cada ojo pueda recibir las imágenes de manera independiente. Una vez llegan al cerebro, la corteza visual interpreta estas imágenes añadiendo la sensación de profundidad, al igual que interpreta las imágenes con distintos puntos de vista que recibe de cada ojo.
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