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¿Por qué algunas personas no distinguen el rojo del verde?

Si somos capaces de reconocer los colores es gracias a unas células muy especiales denominadas conos y bastones. Están situadas detrás de la retina, en la parte posterior del ojo. Para llegar a ellas la luz penetra en el cristalino y atraviesa la retina. De estos receptores depende nuestra percepción del color.
Existen tres tipos de conos especializados, cada uno de los cuales contiene un pigmento sensible a un color diferente: uno responde mejor a la luz roja, otro a la luz verde y el tercero responde a la luz azul. Con estas luces primarias combinadas se obtiene nuestra gama de colores.
La totalidad de entre los 120 y 150 colores y matices de colores que percibimos provienen de la estimulación combinada de estos tres tipos de conos. La ausencia de un tipo de estos conos causa la incapacidad para apreciar un color en particular. Quien sufre daltonismo suele no poder distinguir el rojo del verde, y en casos graves, el problema se puede extender a los matices del naranja, verde, marrón y rojo. Aunque este padecimiento es incurable, hay lentes de contacto especiales que permiten al paciente distinguir el verde del rojo, como un tono gris más oscuro.

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