Las cosquillas pueden considerarse una reacción de alarma, y nadie se alarma de sí mismo. Nuestro cerebro amortigua o baja la intensidad de las sensaciones que proceden de nosotros mismos. En el cerebelo es donde se distingue el propio contacto del de otra persona. Esta región recibe información sensorial de todo tipo así como una copia de todas las órdenes de movimiento enviadas al cerebro. Como el cerebelo usa estas órdenes para formular una predicción de las consecuencias esperadas de cada movimiento, si la predicción se corresponde con la información sensorial disponible, sabe que puede ignorar el aviso sin peligro y anula la sensación, en nuestro caso las cosquillas, como una falsa alarma.
Las verdaderas respuestas insólitas, pero indiscutibles sobre el mundo.
que interesante, siempre me lo preguntaba yo con lo que me gusta hacer cosquillitas y el placer que producen a mis nietos y yo no me las puedo hacer
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