Para entenderlo hay que saber, primero, que el aire contiene vapor de agua; segundo, que el aire puede disolver mayor cantidad de vapor de agua cuanto mayor es su temperatura de ahí el bochorno de los climas tropicales; tercero, que el agua permanecerá en estado de vapor siempre que se encuentre por encima de una cierta temperatura, denominada punto de rocío; cuarto, que al entrar en contacto con el cristal frío, el vapor de agua del aire se enfría y condensa en forma de unas minúsculas gotitas, que empañan el cristal, y sexto, que esa humedad que "empapa" el aire del interior del coche procede de nosotros mismos, que expulsamos aire con vapor al respirar.
Vistas las causas paso a paso, vamos a ver las tres posibles soluciones;
A) Abrir la ventanilla para sustituir el aire del vehículo por aire del exterior que tendrá mucha menos humedad; es la solución más rápida, pero menos duradera: el aire introducido volverá pronto a humedecerse y los cristales a empañarse.
B) Poner la calefacción, pues el aire caliente disolverá mayor vapor de agua, retrasando la condensación.
C) Encender el aire acondicionado para secar el aire del interior del coche con mayor eficacia que con la calefacción. Al elegir entre aire frío o caliente lo que debe quedar claro es que la temperatura es irrelevante para desempañar el cristal, que siempre va a estar lo bastante frío como para empañarlo. Lo único relevante es la humedad del aire, y para secar el aire tanto vale el frío como el caliente. Puede optarse por uno u otro según el frío que se tenga.
Vistas las causas paso a paso, vamos a ver las tres posibles soluciones;
A) Abrir la ventanilla para sustituir el aire del vehículo por aire del exterior que tendrá mucha menos humedad; es la solución más rápida, pero menos duradera: el aire introducido volverá pronto a humedecerse y los cristales a empañarse.
B) Poner la calefacción, pues el aire caliente disolverá mayor vapor de agua, retrasando la condensación.
C) Encender el aire acondicionado para secar el aire del interior del coche con mayor eficacia que con la calefacción. Al elegir entre aire frío o caliente lo que debe quedar claro es que la temperatura es irrelevante para desempañar el cristal, que siempre va a estar lo bastante frío como para empañarlo. Lo único relevante es la humedad del aire, y para secar el aire tanto vale el frío como el caliente. Puede optarse por uno u otro según el frío que se tenga.
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