Estas pequeñas vejigas formadas entre la epidermis y la dermis, las capas exterior e interior de la piel, contienen una mezcla de líquido linfático y otros fluidos corporales. Este líquido ayuda a reparar el daño producido en la piel, por ello nunca hay que reventar la ampolla.
Las verdaderas respuestas insólitas, pero indiscutibles sobre el mundo.
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