Sucede que nuestro sistema digestivo está habitado por numerosas bacterias beneficiosas que nos ayudan a digerir los alimentos. Pues bien, cuando todo el contenido de los intestinos se expulsa por alguna infección, por ejemplo en casos de cólera o disentería, también desaparece la flora bacteriana natural, y ello pone en peligro nuestra vida. Es entonces cuando el apéndice entra en acción, pues es el lugar donde esas bacterias pueden vivir a salvo hasta que las necesitamos para regenerar nuestra flora intestinal.
Las verdaderas respuestas insólitas, pero indiscutibles sobre el mundo.
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