Según una ley física probada por el sabio griego Arquímedes, cuando los cuerpos sólidos se introducen en los líquidos, éstos ejercen hacia arriba una fuerza llamada empuje, la cual será mayor o menor, según el volumen de agua desalojada. Así pues, la forma de un barco desplaza un alto volumen de agua que se convierte en empuje: si el empuje es superior a su peso, permanece en la superficie; ahora bien, si una embarcación pesara más que el empuje, el desalojo de agua sería pequeño y, por lo tanto, el empuje también, de modo que se hundiría.
Las verdaderas respuestas insólitas, pero indiscutibles sobre el mundo.
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