Los clavos de las botas de fútbol nos proporcionan un mejor agarre al terreno de juego porque, al disminuir nuestra superficie de contacto con el suelo, que deja de ser toda la suela, permiten que el peso de nuestro cuerpo baste para "clavarnos" al terreno. De otro modo, al correr sobre la hierba, sobre todo si está húmeda, los resbalones serían demasiado frecuentes.
Las verdaderas respuestas insólitas, pero indiscutibles sobre el mundo.
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